Una canción desafinada

Entro en el blog sin tener nada que decir, como el que mete las manos en los bolsillos y rebusca sabiendo de antemano que no guarda nada en ellos. Repaso las últimas entradas y escucho la versión de 'La casa por el tejado' que subí el otro día. Descubro que es una auténtica basura. No hay nada como mirar las cosas desde una cierta distancia para verlas más claramente.

El domingo le dediqué unas cuantas horas a 'sacarla', ensayarla, grabarla..., con entusiasmo, con la sensanción de que hacía algo en cierto modo interesante. Ahora veo que no es más que un gran desatino. No tiene ni pies ni cabeza, no está tocada en el tono que le corresponde, ni con los acordes que le corresponden, ni con el tempo apropiado... No es que esté llena de fallos; sencillamente es aberrante.

Por un momento pienso "la quito y a tomar por el culo", lo cual es bastante sensato y al mismo tiempo cosa sencilla. Pero antes de hacer nada me pongo a pensar en otras cosas y siento una especie de vértigo... ¿Y si de pronto un día, mientras te miras la vejez en el espejo, descubres que toda tu vida no ha sido más que un intento fallido, una canción desafinada?

Me explico... Temo que la vejez no sea más que una especie de 'desdoblamiento' -sirva aquí esta expresión del mundo de lo paranormal- mediante el cual, una vez comprendes que puedes dar tu cuerpo por perdido, el alma emprende camino sola y, libre ya del lastre de las ilusiones, de la emoción que supone el simple hecho de sentirse vivo, acierta a vislumbrar la propia existencia desde una determinada distancia.

Del mismo modo que no es lo mismo un corazón a los ojos de un poeta que a los ojos de un forense, la vida propia no puede verse igual de joven, mientras se vive, que de viejo, cuando ya todo queda a la espalda y solamente la muerte, hija de puta (que diría Neruda), se atreve a mirarnos a la cara.

¿Que ocurre entonces, si llegados a ese punto descubres que toda tu vida ha sido un desvarío, una melodía desafinada? Vivimos solamente una vez y eso es una gran putada, pero ojo, no porque sea insuficiente (a algunos con menos ya les basta y deciden, por ejemplo, volarse la tapa de los sesos antes de que sea demasiado tarde, decisión absolutamente digna del máximo respeto). Digo que es una putada simplemente porque no hay posibilidad de tanteo, de aplicar el método del ensayo y el error, de rectificar... No cabe pensar "lo haré mejor la próxima vez". Tengamos en cuenta cuántas posibilidades hay de hacer mal aquello que estamos haciendo por primera vez. La vida, dice Umbral, hay que darla de antemano por perdida. ¿Qué hacer, entonces, si, ya de viejo, una vez que observas tu vida sin las gafas de estar vivo, descubres que no fue más que un camino equivocado, un tiro al aire, un palo de ciego? ¿Quién puede soportar el peso de semejante responsabilidad?

Dejo aquí la canción. La escucho de nuevo, incómodo, como se escucha una conversación propia grabada en una cinta de cassete, como se lee un poema escrito a los quince años, como se piensa en las gilipolleces cometidas antaño. La escucho de nuevo con una vergüenza que ya no es vergüenza, sino una una nueva sensacion que tendré que archivar en el cajón de la "d", junto con otras variedades de la familia del desaliento.

1 comentarios:

Anonymous | 7 de febrero de 2008, 1:34

la unica manera es vivir el momento. eso se nos da bien copon.

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